Espacios Abiertos se unió el pasado 20 de marzo al reclamo de 131 organizaciones a través de todo Estados Unidos que abogan por la transparencia y acceso a información en las decisiones de los gobiernos locales y estatales relacionadas a la pandemia del Coronavirus (Covid-19). Lea la carta aquí.
Desde Espacios Abiertos pensamos que en Puerto Rico el gobierno estatal y los municipios deben comprometerse a no utilizar la emergencia para tomar decisiones a espaldas del pueblo en lo que confiere a políticas públicas que tienen que ver con la emergencia de manera directa o indirecta. Se deben tomar las medidas necesarias para fomentar la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana en estos momentos. El pueblo de Puerto Rico ya tiene vasta experiencia de cómo la ausencia de estos elementos y la opacidad de los líderes electos en pasadas emergencias provocaron la muerte de miles y dejaron a millones sin acceso a servicios básicos.
En situaciones de crisis como la que enfrentamos, sabemos que los líderes electos tendrán que tomar decisiones drásticas para salvaguardar la vida y seguridad de todas y todos. Por ese motivo, es imperante que el acceso a las decisiones de las agencias y de todas aquellas personas que están en posiciones de liderazgo en el gobierno, se haga de manera proactiva. En esta emergencia, no deben poner a la ciudadanía en la posición de llevar al gobierno a los tribunales para tener acceso a información como se ha tenido que hacer en otras ocasiones. Debe el gobierno anticiparse brindando a la ciudadanía toda la información disponible durante la emergencia. De igual manera, es importante que todas las transacciones que el gobierno estatal y los gobiernos municipales hagan en sus predios o de manera remota a nombre de la ciudadanía, cumplan con los más altos estándares de ética. Ya tenemos experiencia sobre qué pasa cuando unos pocos decidan por todas y todos nosotros.
Los puertorriqueños sabemos muy bien el precio que se paga cuando nuestros líderes electos actúan con opacidad y toman decisiones en cuartos oscuros. Sabemos que esto no sólo tiene un impacto económico directo, si no que nuestras vidas dependen de ello. La credibilidad es un activo muy preciado y frágil especialmente en tiempos de mayor de vulnerabilidad para la ciudadanía. Esperamos que nuestros líderes electos y las y los servidores públicos no desperdicien esta oportunidad para hacer de la gobernanza del país, un asunto de todas y todos.