En la salud y en la enfermedad. En la prosperidad y en la adversidad. Todos los días. Hasta que la muerte nos separe.
Transparencia. Un principio que debe regir el contrato entre el gobierno y sus ciudadan@s.
Si queremos una sociedad más próspera, equitativa y justa para Puerto Rico, hay que exigir un gobierno transparente, que rinda cuentas, y cuya razón de ser sea servir al bienestar de su ciudadanía. Todos los días.
Son muchos los defectos y vulnerabilidades de nuestra estructura gubernamental que se han puesto de manifiesto durante esta crisis. La base de éstos es la cultura de opacidad que impera en el gobierno de Puerto Rico hace décadas. Si ésta no se atiende de una vez, si no cambiamos la opacidad por una cultura de transparencia, un gobierno de libre acceso a información pública, de datos abiertos, seguros y confiables, seguiremos abonando por un lado a la corrupción y por otro al coste de ésta, más desigualdad y más pobreza, y hasta más vidas.
¿Cuántas experiencias necesitamos? ¿cuánto más resilientes podemos ser? Impago deuda 2016. PROMESA 2016. Huracán María 2017. Acuerdo COFINA 2019. Telegram Chat 2019. Terremotos 2020. Pruebas COVID 2020. ¿Tenemos que esperar al saldo de fatalidades del Covid-19 para actuar? Mientras en el día a día y de crisis en crisis el Estado se consume en su entuerto burocrático, donde funcionarios (y voluntarios “con paga”) mezclan el quehacer profesional con lo político y lo personal, una vez más le corresponderá a la sociedad civil no solo atender la crisis, sino asumir el liderato para generar cambios en política pública y nuevas actitudes para la buena gobernanza del país.
#AOscurasNo
#MásInformaciónEsMásSalud