Espacios Abiertos (EA) y el Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) hicieron un llamado público sobre la necesidad de que se integre en el análisis de políticas públicas la situación, riesgos y oportunidades de la juventud en Puerto Rico.
Ambas organizaciones del tercer sector creen que toda medida que se tome en aras de atender la crisis fiscal debe analizarse considerando el espectro completo de sus consecuencias, particularmente cuando minan la calidad de vida de una población en cuyos hombros se espera que se sostenga el País.
Tanto Nuria Y. Ortiz Vargas, directora ejecutiva de EA, y Eduardo Carrera, presidente del Boys & Girls Clubs de Puerto Rico (organización fundadora de IDJ), explicaron cómo desincentivar la participación laboral de la juventud en Puerto Rico incidirá negativamente en el futuro del País. Todos lo que están en posición de tomar decisiones que afecten a los jóvenes tienen que reconocer las consecuencias — no solo para esta población sino para el futuro económico y social de Puerto Rico.
Los líderes de ambas organizaciones presentaron un análisis del Instituto para el Desarrollo de la Juventud sobre el impacto que tendrían medidas como la reducción del salario mínimo de los menores de 25 años, que aunque se ha dicho no se contempla, es permitida bajo la Ley Promesa
Espacios Abiertos, por su parte, lanzó una aplicación digital que les permite a los jóvenes analizar cuánto les rinde su salario mínimo a $7.25 la hora luego de restar sus gastos mensuales. La aplicación provee también para que se haga el cálculo a $4.25 la hora.
En la mesa redonda participó un joven de la comunidad del residencial de Lloréns Torres y una joven madre jefa de familia, quienes expresaron sus preocupaciones y sugerencias ante el panorama económico de Puerto Rico.
A raíz de una reciente visita a la ciudad de Detroit, tanto Espacios Abiertos como el Instituto para el Desarrollo de la Juventud y Boys & Girls Clubs se darán a la tarea de traer a la discusión pública una narrativa que amplíe la manera en que se analiza el proceso y la toma de decisiones ante la crisis fiscal y la reestructuración. Una de las lecciones de Detroit es que, si esto no se hace, las decisiones
favorecerán solo a unos pocos y no se harán los cambios estructurales necesarios para mejorar el porvenir del lugar y sus residentes.
“Es vital que las decisiones que se tomen para reconstruir el País tomen en cuenta tanto la visión de la disciplina fiscal, o sea, el enfoque contable de cuadrar la chequera, como la humana, que atiende el impacto de medidas propuestas en las poblaciones vulnerables como es la de los jóvenes”, señaló Nuria Y. Ortiz Vargas. “Incentivar el trabajo en nuestra población y crear empleos bien remunerados es una condición imprescindible para un desarrollo económico sustentable”.
“En el Instituto y Boys & Girls Clubs coincidimos en que lo que se necesita en Puerto Rico realmente son trabajos de calidad bien remunerados, lejos de la austeridad, para esta población”, mencionó Eduardo Carrera, presidente y ex alumno de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico. “Sin embargo, ante la mera posibilidad de que se cumpla con la sugerencia de reducir el salario mínimo a los jóvenes menores de 25 años entendemos que, como primer paso, es urgente enfocarnos en que la gente y los funcionarios tengan claro los efectos y los riesgos devastadores que una medida de tal naturaleza puede causar. En Puerto Rico hay aproximadamente 487,800 jóvenes de 16 a 25 años. El 52% de nuestros jóvenes entre las edades de 16 a 24 años vive en pobreza. Una propuesta para reducir el salario mínimo para menores de 25 años sería llevarlos a la miseria y lleva un mensaje de desvalorización para nuestra juventud”.