“Es un año de definiciones, no de ambiciones.” Acertadas palabras del periodista Benjamín Morales en su reciente columna Año de definiciones, haciendo un llamado a dejar atrás los viejos estilos de politiquería barata y el fanatismo ideológico durante este nuevo año.
Y es que más atinada no puede ser tal declaración. En estos tiempos de crisis fiscal y bancarrota financiera, donde la corrupción amenaza el más mínimo destello de democracia, el derecho al acceso a la información pública se convierte en principio medular de la encomienda de los próximos líderes del país.
Entre las principales causas que provocan la corrupción, y por ende, las crisis económicas, políticas y sociales, destacan la falta de principios éticos y de una cultura de transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública.
En países en vías de desarrollo, como lo es Puerto Rico, si no se establecen mecanismos de control eficaz y riguroso sobre el gasto público, existe un riesgo altísimo de que los cargos políticos se dejen seducir por prácticas cleptocráticas.
Así por ejemplo, no nos debe sorprender que Puerto Rico se haya “colgado” en transparencia al obtener 2 puntos de un total de 12 puntos posibles en el informe del 2014 del Open Government Partnership, ocupando un nivel inferior al de Afganistán, cuya puntuación fue 9 de 12 puntos. Dicha “colgá” pone en evidencia la carencia de iniciativas gubernamentales para promover la transparencia y fortalecer los principios de buena gobernanza y gobierno abierto, y demuestra la indiferencia crasa existente para elaborar un serio compromiso anticorrupción que erradique de una vez y por todas las conductas deshonradas y fraudulentas.
Queremos recobrar la credibilidad y confianza en el gobierno y sus funcionarios. Por eso, en Espacios Abiertos nos proponemos, capacitar a la gente para fomentar la participación colectiva efectiva en los procesos gubernamentales que se están llevando a cabo “a oscuras” y así garantizar el buen funcionamiento de nuestro gobierno. De ese modo, de cara a las elecciones de este año, nuestro Pueblo estará mejor informado para tomar las decisiones que tiene que tomar en ruta hacia la reconstrucción de Puerto Rico.
Del mismo modo, Espacios Abiertos asume la responsabilidad de escudriñar y monitorear minuciosamente las acciones de nuestros funcionarios públicos, quienes a través de nuestros votos vienen obligados a rendirnos cuentas claras por su gestión o falta de acción. No seremos meros espectadores. Queremos involucrarnos a través de debates abiertos basados en la elaboración de políticas públicas transparentes.
El tener acceso a la información es un DERECHO HUMANO que, en una democracia, no queda a discreción de gobierno alguno el concederlo. Dentro de la presente crisis, la voluntad de definir e implantar a cabalidad los principios de transparencia y rendición de cuentas es más que una prioridad, tiene que ser la ambición de nuestro Pueblo. En Espacios Abiertos hacemos votos por que así sea.