La participación cívica de los ciudadanos y las ciudadanas va de la mano con el ejercicio de la democracia. Como regla general, los puertorriqueños y residentes de la isla participan activamente en los eventos electorales. Sin embargo, mientras muchos intervienen cada cuatro años con un entusiasmo casi carnavalesco en la selección de sus representantes y gobernantes, pocos participan en las actividades de formación y construcción de políticas de gobierno el resto del tiempo.
Algo tan simple como poder mencionar por nombre quiénes son nuestros legisladores de distrito, es un ejercicio en el que muchos, sino todos, fallamos. Saber, participar y fiscalizar, además de un derecho, es nuestra responsabilidad ciudadana, pero constituye un reto atender la carga del diario vivir familiar y laboral. A estas dificultades se añade que hay que superar la falta intencional de acceso a la información y la distancia que el sistema crea entre los funcionarios electos y sus constituyentes.
“Ciudadanos del sur no saben quiénes son sus legisladores”. “Sondeo informal refleja desconocimiento sobre las figuras que los representan en el Capitolio”. “Ciudadanos de varios pueblos de la montaña dijeron no saber ni el nombre de senadores de su distrito”. “Varios ciudadanos aseguraron conocer a la mayoría de los legisladores de su región, pero no pudieron mencionar una sola obra de envergadura que ellos hayan liderado”. Así leían cuatro titulares de Primera Hora en febrero de 2019.
¿Cómo podemos incidir en la política pública y en la toma de decisiones si ni siquiera conocemos quiénes tienen la responsabilidad de representarnos? Eso propició el desarrollo de la plataforma digital www.QuienMeRepresentaPR.com que Espacios Abiertos lanzó en el 2020. Primero contenía información de los incumbentes de entonces, luego se incluyó a los aspirantes a candidaturas que fueron a primarias y, finalmente, contó con el perfil de cada uno de los 3,214 candidatos y candidatas que aspiraron a ocupar 1,046 puestos electivos en las pasadas elecciones.
Se incorporó también el detalle de los legisladores municipales, a quienes tantas veces se les invisibiliza, pero cuya labor es la más cercana a nuestras comunidades. Hoy cualquier residente de Puerto Rico, con solo poner su código postal, puede ver quiénes son sus funcionarios electos a nivel estatal, municipal y federal, y con un clic, contactarles a sus oficinas, correos electrónicos o redes. Ahora, se amplió la información que se presenta en el portal para que el público también conozca qué proponen y cómo votan los legisladores y legisladoras. Esta información le ofrece a la ciudadanía una visión panorámica a lo largo de todo el cuatrienio sobre la posición de sus legisladores de distrito en cinco temas fundamentales: salud, energía y recursos naturales, educación y desarrollo económico.
Un año después, 757,173 mil vistas de página, 218,295 sesiones, 145,040 usuarios únicos de la plataforma, demuestran que la tímida participación cívica nuestra no es resultado de falta de interés, sino del problema sistémico que promueve una cultura de opacidad y dificulta el acceso a la información en Puerto Rico. Un premio a nivel mundial en Innovación Cívica y Gobierno de la Academia de Ciencia y Artes Digitales confirma no solo la necesidad del portal, sino la calidad de trabajo que hizo un equipo de jóvenes diseñadores y programadores puertorriqueños convocados por Espacios Abiertos. Nuevamente, el tercer sector planta bandera donde el gobierno se ausenta.
De las tres ramas de gobierno, el poder legislativo—a nivel estatal y municipal—tiene como base la representación del pueblo. Esa representación trasciende y desdibuja las líneas de partido y establece la obligación del funcionario de representar —escuchar y actuar conforme— a sus constituyentes por encima de cualquier otra consideración. La democracia es algo vivo que además de pasión requiere apertura, disciplina, conocimiento y acción tanto del representante como del representado. Más allá de la caseta y de la papeleta de votación, si durante todo el cuatrienio contamos con información sobre el quehacer de nuestros funcionarios electos, con acceso para contactarles y con voz propia, podemos ejercer a plenitud nuestros derechos democráticos.
Esta columna fue publicada en El Nuevo Día el 3 de septiembre de 2021.