Con miras a promover mayor acceso a la información pública, transparencia y rendición de cuentas en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Espacios Abiertos celebró el pasado viernes, 24 de junio de 2016, la mesa redonda: por una cultura de transparencia en el sistema eléctrico de Puerto Rico.
Durante el conversatorio, varias organizaciones de la sociedad civil, representantes de los consumidores de energía y personas interesadas en el tema de la reforma energética participaron de este encuentro, donde se presentaron preocupaciones e ideas para mejorar el acceso a la información y la transparencia en los procesos de reestructuración de la AEE.
Las organizaciones y personas que participaron fueron las siguientes: el Instituto Nacional de Energía y Sostenibilidad Isleña (INESI), la Mesa de Diálogo Energético, la Asociación Puertorriqueña de Energía Verde (APEV), la Oficina Independiente de Protección al Consumidor (OIPC), el Centro para una Nueva Economía (CNE), El Puente Enlace Latino de Acción Climática, el Comité de Diálogo Ambiental, el Lcdo. Pedro Saadé y Espacios Abiertos (EA).
Bajo el lema de campaña “#AOscurasNo”, promovido por EA, nos reunimos para identificar aquellos asuntos en el proceso de reestructuración de la AEE que requieren mayor atención y presión por parte de la ciudadanía. El propósito: conversar sobre los asuntos que están a oscuras en la AEE y evaluar de qué manera podemos exigirle mayor transparencia y efectividad a la Comisión de Energía (CEPR) y a la AEE.
Algunas de las preocupaciones que pudimos recopilar fueron las siguientes:
- La celebración de vistas públicas para la evaluación de diferentes propuestas sometidas por la AEE ante la CEPR, tales como: el Plan Integrado de Recursos (PIR), el cargo de titulización, la petición de revisión tarifaria, entre otras, no han sido un espacio abierto que procure la verdadera participación ciudadana.
En ese sentido, se cuestionó el tipo de participación, ya que no han habido suficientes vistas públicas para evaluar temas tan complejos. A esto se le debe añadir que no se notifica ampliamente, y con anticipación, la celebración de estas vistas para que la gente puede participar. Tampoco se le brinda a la ciudadanía información comprensible para que puedan participar en las vistas con conocimiento de lo que ocurre en el proceso de reestructuración de la AEE.
Como hemos reiterado en varias ocasiones, no se trata de notificar, sino de avisar con tiempo y visibilizar la notificación para que la gente pueda prepararse y asistir a las vistas. Así mismo, es importante educar a la ciudadanía sobre la importancia de participar en estas vistas para que se atrevan a alzar su voz y ser parte del proceso de evaluación.
- La creación de la CEPR es un gran avance, pero todavía falta mucho por mejorar.
Hubo amplio consenso sobre la necesidad de un ente regulador independiente que vigile a la AEE; por lo que se reconoció, como un paso de avanzada, la creación de dicha Comisión. Sin embargo, se requiere mayor acción de parte de la CEPR en fiscalizar a la AEE y ser transparente en su gestión.
Del mismo modo, se enfatizó la necesidad de que la Oficina Independiente de Protección al Consumidor (OIPC) monitoree las gestiones de la CEPR y la AEE, ya que esta oficina funge como el segundo nivel de vigilancia para asegurar que la CEPR realice su trabajo y los reclamos de los consumidores de energía sean verdaderamente representados.
- Debe haber mayor difusión sobre la colaboración transdisciplinaria entre los recursos expertos en temas de energía
En Puerto Rico hay vasto conocimiento sobre temas de energía y los procesos que se están dando en la reforma energética. A tales efectos, deben compartirse y difundirse aquellos estudios, investigaciones y/o blogs que analicen la transformación del sistema eléctrico del país, desde un punto de vista interdisciplinario, para provocar debates y discusiones informadas, y la ciudadanía, al leerlos, pueda asumir posturas y tomar decisiones.
Por tal razón, hacen falta más recursos para visibilizar el trabajo intelectual que se ha realizado hasta el momento y el mismo sirva como herramienta de información para que la gente conozca más sobre los procesos que se están dando para transformar el sistema eléctrico del país y se inserte en la discusión.
- Debe haber mayor acceso a la información en los procesos de reestructuración de la AEE
Para facilitar la intervención de grupos interesados en participar en la evaluación del PIR, el cargo de titulización, entre otros procesos, se deben erradicar las barreras que les impiden a ciertos grupos participar en estos temas. Así por ejemplo, el hecho de que la AEE o la CEPR no brinden cierta información sobre algunos temas por razones de “seguridad nacional”, imposibilita a las partes interesadas asumir posturas y poder adentrarse en los temas que merecen un análisis ponderado y una evaluación minuciosa para poder intervenir a favor o en contra de estos.
De la misma forma, obligar a los interventores a firmar acuerdos de confidencialidad para que no divulguen la información que se comparte en los informes, alegatos y otros documentos debe ser cuestionado. Habría que determinar cuál es el interés apremiante que se quiere proteger, comparado con el interés del Pueblo de mantenerse informado sobre los procesos, que en última instancia, afectarán su bolsillo.
- La explicación de temas técnicos y complejos debe tener como público principal al abonado residencial, quien es el menos informado.
No hay gente que le hable claro a los consumidores de energía. Necesitamos masificar la información y, de manera simple y comprensible, explicar la complejidad de estos asuntos. Como hemos mencionado en múltiples ocasiones, la ciudadanía se siente confundida y abrumada con lo que está ocurriendo en la AEE. Por tal razón, se cohíben de participar, y a la larga, aceptan las decisiones tomadas a oscuras porque no se sienten capacitados para defender lo que no entienden.
- Nuestro servicio eléctrico debe estar al servicio de las comunidades
Debemos aspirar a que la AEE sea una verdadera corporación pública. En otras palabras que sirva a los intereses de los(as) puertorriqueños(as); donde todos y todas podamos disfrutar del derecho a consumir energía a precios justos y razonables.
- La AEE no está brindando toda la información que se le solicita
A modo de ilustración, cuando la AEE sometió su propuesta del PIR, la CEPR lo devolvió por no cumplir con los requisitos de información establecidos en el reglamento. Así mismo ocurrió con la reciente petición de revisión tarifaria, que por no cumplir con la entrega de información requerida por ley, fue devuelta. Esta situación, además de atrasar los procesos de evaluación, atenta contra el espíritu de transparencia que debe imperar en la AEE.
A esto hay que añadirle que en el proceso de evaluación del PIR, solo se presentaron 3 alternativas de modelos energéticos y ni siquiera se dio acceso a los interventores a los demás modelos estudiados para poder evaluar si en efecto aquellos eran onerosos y perjudiciales. En resumen, nunca se supo cuáles eran las otras alternativas estudiadas y por qué se concluyó que dichos 3 modelos eran más convenientes.
Además, el hecho de que la CEPR haya tenido que demandar en varias ocasiones a la AEE por no dar información que exige la ley, revela un patrón de secretismo que hay que erradicar, una vez por todas, de esta corporación.
- Los gastos en asesoría legal y administrativa en la AEE son exorbitantes
Así por ejemplo, la AEE adeuda alrededor de $9 billones a sus acreedores. Solo en el proceso de evaluación del cargo de transición, la AEE ha gastado alrededor de $124 millones en firmas externas de asesoría legal para que brinden su peritaje en este asunto. A modo de comparación, este gasto exagerado es mucho mayor a lo que la ciudad de Detroit gastó en su proceso de quiebra, cuya deuda total era entre $18-$20 billones y gastó aproximadamente $170 millones en su proceso de reestructuración. Definitivamente, tiene que reevaluarse el gasto en asesoría legal y atemperarse a la crisis económica que enfrenta la AEE.
- La falta de recursos económicos y humanos de la OIPC debe ser atendida con prontitud
Esta oficina es la más importante en la transformación del sistema eléctrico del país. La OIPC es el fiscal del Pueblo, que representa los intereses de los consumidores frente al gigante de la AEE. El hecho de que solo reciban el 10% del presupuesto asignado a la CEPR, que se traduce en aproximadamente $500,000, debe ser motivo de preocupación, ya que poder analizar cientos de páginas en lenguaje altamente técnico y especializado requiere tiempo razonable para poder elaborar argumentos legales en beneficio de la gente. Además, necesitan contratar peritos para que puedan interpretar y evaluar estos documentos técnicos y se le pueda informar a la ciudadanía, con tiempo razonable y de forma útil y comprensible, cuáles son las alternativas y sus efectos.
- Si vamos a transformar el sistema eléctrico del país tenemos que empezar a transformar nuestra sociedad
Esto se logra educando a la gente. ¿Y cómo educamos? Educamos reconociendo en primer lugar que el problema de la AEE es uno político y de gobernanza. Tenemos que saber que hay algunos grupos de interés beneficiándose del dinero de la AEE; entre ellos: suplidores, partidos políticos, negocios, empresas y bonistas.
Entonces ¿cuál debe ser el punto de partida para lograr esa educación y capacitar a la gente en este tema? Debemos comenzar por que la ciudadanía entienda la factura de luz. Debemos preguntarnos ¿creemos que es justo y razonable que se nos cobre el subsidio que se la da a X hotel? O ¿sabemos que lo que nos están cobrando en la tarifa de luz varía todos los meses?
Debemos ir construyendo sobre esas bases de conocimiento con relación al contenido de la factura de luz; en específico, aquellos cargos dirigidos a la operación y mantenimiento de la AEE.
- El mero conocimiento no es suficiente. Se tienen que aglutinar a los grupos interesados para proteger a los consumidores
En ese sentido, debemos traducir los temas energéticos a un lenguaje en arroz y habichuelas. Así se puede integrar a las comunidades y al mismo tiempo intervenir legalmente. Cuando la gente entiende, es más receptiva a manejar estos temas y a participar. Una forma de crear urgencia sobre los procesos que se avecinan en la AEE y que pueden afectar nuestro bolsillo es hablar desde el punto de vista de los abonados, quienes consumen energía todos los días y pagan por la ineficiencia de la AEE. De esta forma se les da el apoderamiento que necesitan para alzar su voz en las negociaciones de la AEE.
Del mismo modo, la comunicación debe ser masiva y animada para que la gente entienda lo que ocurre en la reforma energética.
- La falta de consecuencias en la AEE.
Existe gran consenso en que no hay fiscalización dentro de la AEE y ello debido a la falta de transparencia y acceso a la información. Como no sabemos lo que ocurre en la operación y administración de esta corporación, no podemos fiscalizarla y evaluar si se está administrando adecuadamente.
Como hemos mencionado anteriormente, la CEPR y la OIPC son un gran avance en beneficio de la gente; sin embargo, la ciudadanía debe involucrarse más y exigirle cuentas claras a la AEE y a la CEPR para promover un mejor servicio eléctrico en Puerto Rico.
- La falta de cumplimiento con la publicación de las actas de las reuniones de la junta de gobierno de la AEE
En múltiples ocasiones se le ha notificado a la junta de gobierno dicho incumplimiento y todavía hacen caso omiso. La responsabilidad de aprobar más cargos en la tarifa de luz recae sobre esta junta. Por eso es necesario tener acceso a las actas y evaluar qué se discute en dichas reuniones.
En conclusión, fueron muchas las preocupaciones que se discutieron en esta mesa redonda. Lo importante es que continúe el diálogo entre todos los sectores enfocados en energía para promover una verdadera cultura de transparencia en el sistema eléctrico de Puerto Rico.
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