La transparencia en la gestión pública es una condición imprescindible para la apremiante revitalización del País y la necesaria restitución de la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
La opacidad le sirvió durante años a los gobiernos para descarrilar los bienes públicos hasta provocar la crisis fiscal actual. Llegado el momento de enderezar el rumbo, les corresponde a todos los organismos públicos y a la Junta de Supervisión Fiscal asumir y modelar la transparencia como tarea ineludible.