Certificar el nuevo plan fiscal sin requerir la publicación de un informe de gastos fiscales, perpetuará la falta de transparencia que ha existido por décadas en Puerto Rico.
La toma de decisiones a ciegas, entre otras causas, ha sido elemento determinante en la actual crisis fiscal que enfrenta la isla. Las puertorriqueñas y puertorriqueños, con sus impuestos, incentivan múltiples proyectos e iniciativas, pero no hay constancia de lo que cuestan ni del retorno económico y social de esa inversión. De forma preocupante, el gobierno de la isla no produce un informe público de gastos fiscales.
Desde el 2017, la organización Espacios Abiertos mediante el artículo de investigación titulado “Los privilegios contributivos y el presupuesto oculto: ¿dónde está nuestro dinero?”, ha expuesto la necesidad y conveniencia de esa herramienta presupuestaria. Los créditos, deducciones e incentivos constituyen un estímulo para cualquier economía, aunque no deben ser la única estrategia para un crecimiento económico sostenible. Sus razones, cálculos y premisas deben ser visibles y accesibles para evaluar si la política pública que los propició está dando resultado.
El gobierno federal publica estos informes anualmente desde el 1974. En la actualidad, 44 de los 50 estados los hacen públicos. En la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se publican anualmente. Este consenso es revelador.
Por el contrario, en Puerto Rico, grupos de presión aprovechan el hermetismo gubernamental vigente y cabildean con éxito para que dicha información no sea revelada. Esa falta de transparencia está provocando que medidas como el crédito por trabajo o Earned Income Tax Credit (EITC) propuesto en la Reforma Contributiva, que sería un alivio para miles de familias e individuos, no puedan salir adelante. Ahora tanto el Ejecutivo como la Junta de Supervisión Fiscal están posponiendo su inicio otro año.
En junio de 2018, Espacios Abiertos comisionó un estudio a la doctora María E. Enchautegui. El trabajo concluyó que el crédito por trabajo propuesto tendría un efecto muy positivo en familias de ingresos bajos y moderados. Se ha comprobado en otras jurisdicciones de Estados Unidos que el crédito por trabajo: genera un retorno positivo de la inversión a la economía, aumenta la tasa de participación laboral y reduce la pobreza, entre otros resultados alentadores.
El bienestar de las familias puertorriqueñas no se debe posponer a expensas del cabildeo de unos pocos. La falta de transparencia en los gastos fiscales contradice los intereses de la clase trabajadora en Puerto Rico e impide el avance de políticas públicas probadamente exitosas como el EITC. En definitiva: urge un informe público de gastos fiscales.
Esta columna fue publicada originalmente en El Nuevo Día el 24 de septiembre de 2018 bajo el título “A divulgar el informe de gastos”.
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